Delincuencia y justicia. RD. Un trofeo social.
Barahona.- El desarmar un agente de la PolicÃa nacional y quedarse con su arma de reglamento, un
trofeo para los delincuentes, en los últimos dÃas se han convertido en
pesadilla para los supuestos mata policÃas.
¿Qué han generado estos hechos en el último dÃa en República dominicana?
El grupo, que utilizaba los sectores El Valiente
y Los Alcarrizos como puntos de operaciones para cometer asaltos, tenÃa como
objetivo principal las armas de fuego de
sus vÃctimas, constituyéndose en sus preferidos, miembros activos y pensionados
de la PolicÃa y las Fuerzas Armadas.
Los criminales se establecÃan en una de esas dos
localidades, donde lograban perpetrar diversos hechos delictivos y cuando la
zona estaba “caliente” se movÃan al siguiente sector.
Para despistar a las autoridades, algunos
miembros de la banda utilizaban como guarida el municipio de Higüey, lugar
donde cayeron abatidos cuatro integrantes el domingo.
¿Qué modus operandi utilizaban los
delincuentes?
Una de las
investigaciones reveladas dicen que la
banda ejecutaba sus fechorÃas en grupos de cuatro a bordo de motocicletas,
mientras que las armas que rebabadas eran
utilizadas en otros hechos o vendidas a terceros.
Hasta el momento permanecen detenidos los
presuntos integrantes Jesús Salvador Valenzuela Lebrón (El Malón);
Manuel Johan Rubio Severino (Boca); Abel AgustÃn
Reynoso GarcÃa (Paramba); Hamilton Antonio Rojas Guzmán (Deja), Edwin GarcÃa
(Diente) y Suandrys Marrero Reyes, quien se entregó la noche del lunes.
A dicha banda pertenecÃan también los fallecidos Fendi
Ortiz, Jairon Mueses (El sicario), uno identificado solo como Maiki y Félix
Antonio Encarnación, quien según sus familiares habrÃa sido entregado con vida
a las autoridades por comunitarios en Higüey.
Los familiares entregaron un vÃdeo con el que
aseguran que su pariente aparecÃa con vida cuando era entregado en el sector
Los Rosales a miembros de la Dicrim en pantaloncillos, como evidencia de que el
joven estaba desarmado. En el vÃdeo, que fue compartido ayer a través de las
diferentes redes sociales, se observa al hombre semidesnudo, solo en
calzoncillo y descalzo cuando es introducido por agentes a una unidad de la Dicrim.
Equipos de las Dirección Central de
Investigaciones Criminales (Dicrim) y de Inteligencia (Dintel) trabajan en la
identificación y captura de los demás integrantes de la banda, la cual cuenta
con al menos 22 miembros.
Al grupo se le atribuye la comisión de al menos
10 homicidios, incluyendo el de los sargentos Lázaro Amador Cristóbal Vicente y
Luis Enrique Ogando Verigüete; los rasos Fullcy Pereira Laureano, Joel Cristian
Montilla Hernández y Gustavo de la Cruz Lorenzo; del teniente pensionado del
Ejército Jorge GarcÃa y el civil Amuráis Germán Jiménez GarcÃa, en hechos
ocurridos la semana pasada en Santo Domingo Oeste, especÃficamente en los
sectores Los Alcarrizos, Herrera, la Prolongación 27 de Febrero y en el
municipio de Pedro Brand.

Sobre el tema el doctor Vladimir Padilla,
especialista en derecho penal de la (PUCP).Dijo lo siguiente
“No hay ningún estudio que diga que esta condena pueda
disuadir al delincuente. Peor aún, quien
hable de esto habla con ignorancia supina sobre cómo funciona el marco jurÃdico de nuestro paÃs. El único elemento de la sociedad que
se verÃa beneficiado por la implementación de la pena de muerte es el morbo
público. “El que
va a robar sabe que puede morir y sabe lo que le va a pasar. Nadie delinque
pensando en que lo van a atrapar, en realidad creen que no van a morir”, añadió
además.
A
esto hay que añadirle todas las
implicancias que traerÃa implementar la
pena de muerte. "Si
se condena al asesino, ¿por qué no se mata también al que ordenó la matanza
sistemática? También
se podrÃa cortar la mano al delincuente, pero ¿acaso no hay delincuentes que
roban sin tener mano?", sostuvo Padilla.
Entonces, ¿QUÉ HACER?
Endurecer las penas y hacerlas
efectivas. Las condenas privativas de libertad
tienen como objetivo el reformar al delincuente. Sin embargo, los psicópatas no
se regeneran y pueden llegar a inducir a otros a cometer crÃmenes. La cadena perpetua debe
aplicarse en estos casos.
Aislarlos de
todos los medios. “No deben tener facilidades para acceder a medios de
comunicación como celulares. Incluso sus
propios familiares se vuelven una banda delincuencial que van a visitarlos para
recibir órdenes”, opinó Silvia Rojas.
Sobre todo, educación. “El delincuente
se desarrolla a partir de los 12 años. Para evitar la delincuencia hay que trabajar con los
niños. El adolescente entra al mundo de los asesinos y sabe que puede morir,
pero lo ve como un simple desafÃo. Asà nacen los sicarios y eso se combate con
educación sin privilegios”, comentó Vladimir Padilla.
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